Abbey Road: el último gran legado de los Beatles
El 26 de septiembre de 1969 se publicó el último álbum grabado por los cuatro fabulosos de Liverpool: Abbey Road. Un disco que marcó el final de una era y el inicio de una leyenda, que sigue vigente hasta nuestros días. En esta crónica, repasamos las circunstancias que rodearon la creación de esta obra maestra, así como los detalles y secretos que esconde cada una de sus canciones.
Un álbum nacido de la crisis
A principios de 1969, los Beatles atravesaban una profunda crisis interna. Las tensiones entre los miembros del grupo eran constantes, y el proyecto multimedia que habían iniciado bajo el nombre de Get Back se había convertido en un fracaso. El productor George Martin, que había trabajado con ellos desde sus inicios, estaba cansado de sus peleas y se había alejado temporalmente. Además, la presencia de Yoko Ono, la pareja de John Lennon, en las sesiones de grabación era vista con recelo por el resto de la banda.
Ante este panorama, Paul McCartney propuso a sus compañeros hacer un último esfuerzo y grabar un álbum como los de antes, sin interferencias externas ni experimentos fallidos. Los Beatles aceptaron el reto y se reunieron en los estudios Abbey Road de Londres, donde habían grabado la mayoría de sus discos. Allí, contaron con el regreso de George Martin, que aceptó producir el álbum con la condición de que los Beatles se comportaran como profesionales y dejaran a un lado sus diferencias.
Un lado A lleno de clásicos
El resultado fue un álbum que combinaba lo mejor del talento individual y colectivo de los Beatles. El lado A del disco está compuesto por ocho canciones que muestran la diversidad y la calidad de las composiciones de cada uno de los miembros del grupo. La primera canción es Come Together, una pieza funk-rock escrita por Lennon, que se inspiró en una campaña política del líder pacifista Timothy Leary. La letra está llena de frases surrealistas que describen a cada uno de los Beatles, y la música destaca por el bajo hipnótico de McCartney y la batería contundente de Ringo Starr.
La segunda canción es Something, escrita por George Harrison, que se convirtió en uno de sus mayores éxitos como compositor. Se trata de una balada romántica dedicada a su esposa Pattie Boyd, que cuenta con un solo de guitarra memorable y una orquestación delicada. La canción fue elogiada por Frank Sinatra, que la calificó como "la mejor canción de amor jamás escrita".
La tercera canción es Maxwell's Silver Hammer, una composición de McCartney que contrasta con las anteriores por su tono humorístico y macabro. Se trata de una historia sobre un estudiante llamado Maxwell que asesina a varias personas con un martillo plateado. La canción tiene un estilo musical cercano al music hall y al vaudeville, y cuenta con la participación del músico invitado Mal Evans, que tocó el yunque.
La cuarta canción es Oh! Darling, otra pieza escrita por McCartney, que muestra su influencia del blues y del soul. Se trata de una canción dramática en la que McCartney implora a su amada que no le abandone. La voz rasgada y potente del cantante es el elemento más destacado de la canción, que también tiene un solo de guitarra distorsionado.
La quinta canción es Octopus's Garden, escrita e interpretada por Ringo Starr. Se trata de una canción infantil inspirada en una anécdota que le ocurrió al baterista durante unas vacaciones en Cerdeña. Allí, un capitán le contó que los pulpos recogen objetos brillantes para decorar sus jardines submarinos. La canción tiene un ritmo alegre y contagioso, y cuenta con efectos sonoros que recrean el ambiente marino.
La sexta canción es I Want You (She's So Heavy), escrita por Lennon y dedicada a Yoko Ono. Se trata de una canción minimalista y obsesiva, en la que Lennon repite una y otra vez la frase "I want you, I want you so bad". La canción tiene dos partes diferenciadas: una primera parte con un ritmo de blues-rock, y una segunda parte con un riff pesado y repetitivo, que se alarga durante más de siete minutos, hasta que se corta abruptamente.
La séptima canción es Here Comes the Sun, otra composición de Harrison, que se convirtió en una de las más populares del álbum. Se trata de una canción optimista y luminosa, que refleja el alivio del autor tras un invierno difícil. La canción tiene una melodía delicada y una instrumentación acústica, que incluye un sintetizador Moog y un arpa.
La octava y última canción del lado A es Because, escrita por Lennon y basada en la sonata Claro de luna de Beethoven. Se trata de una canción etérea y sofisticada, que cuenta con una armonía vocal a tres voces de Lennon, McCartney y Harrison, que se multiplica por tres para crear un efecto coral. La letra es sencilla y poética, y expresa la admiración del autor por la belleza del mundo.
Un lado B sin interrupciones
El lado B del disco está formado por un medley o popurrí de 16 canciones cortas, que se suceden sin pausa y que crean un efecto de continuidad. La mayoría de las canciones son fragmentos o ideas incompletas que los Beatles habían acumulado durante los años anteriores, y que decidieron unir en una sola pieza. El medley comienza con You Never Give Me Your Money, una canción escrita por McCartney que refleja su frustración por los problemas financieros y legales del grupo. La canción tiene cuatro partes diferenciadas, que van desde el piano al rock and roll, pasando por el folk y el music hall.
La segunda canción es Sun King, escrita por Lennon, que tiene un estilo similar a Because, pero con una letra sin sentido, que mezcla palabras en inglés, español e italiano. La tercera canción es Mean Mr. Mustard, también escrita por Lennon, que cuenta la historia de un hombre tacaño y sucio que vive en un parque. La cuarta canción es Polythene Pam, otra pieza de Lennon, que describe a una mujer extravagante y fetichista que le gusta vestir con plástico.
La quinta canción es She Came in Through the Bathroom Window, escrita por McCartney, que se inspiró en una anécdota real: una fanática de los Beatles entró en su casa por la ventana del baño y robó algunas pertenencias. La sexta canción es Golden Slumbers, también escrita por McCartney, que se basa en un poema del siglo XVII titulado Cradle Song. Se trata de una canción de cuna conmovedora, que da paso a la séptima canción: Carry That Weight, otra pieza de McCartney, que retoma el tema de You Never Give Me Your Money y hace referencia a la carga que supone ser un Beatle.
La octava canción es The End, escrita por McCartney, que es la última canción grabada por los cuatro Beatles juntos. Se trata de una canción épica y emotiva, que contiene el único solo de batería de Ringo Starr en toda la discografía del grupo, así como un solo de guitarra compartido por Lennon, McCartney y Harrison. La letra termina con una frase célebre: "And in the end, the love you take is equal to the love you make" (Y al final, el amor que recibes es igual al amor que das).
La novena canción es Her Majesty, escrita por McCartney, que es una breve canción acústica dedicada a la reina Isabel II. Se trata de una pista oculta que no aparece en los créditos del álbum, y que se colocó al final del disco por error. La canción tiene un final abrupto porque originalmente formaba parte del medley entre Mean Mr. Mustard y Polythene Pam.
Las otras siete canciones del medley son: You Never Give Me Your Money (reprise), Sun King (reprise), Mean Mr. Mustard (reprise), Polythene Pam (reprise), She Came in Through the Bathroom Window (reprise), Golden Slumbers (reprise) y Carry That Weight (reprise).
Un disco histórico
Abbey Road fue el último álbum grabado por los Beatles, aunque no el último publicado. El proyecto Get Back se retomó bajo el nombre de Let It Be y se lanzó en 1970, después de la disolución oficial del grupo. Sin embargo, muchos consideran que Abbey Road es el verdadero canto del cisne de los Beatles, ya que refleja su madurez musical y su capacidad de superar sus diferencias para crear una obra maestra.
Abbey Road fue un éxito comercial y crítico desde su lanzamiento. El álbum alcanzó el número uno en las listas de varios países, y recibió elogios de la prensa especializada. La portada del disco, que muestra a los cuatro Beatles cruzando el paso de peatones frente a los estudios Abbey Road, se convirtió en una de las imágenes más icónicas de la historia de la música. El álbum ha sido reconocido como uno de los mejores de todos los tiempos por diversas publicaciones y organizaciones, y ha influido en generaciones de músicos y aficionados.
Abbey Road es el último gran legado de los Beatles, un disco que resume su trayectoria y su evolución, y que demuestra que, a pesar de sus problemas, fueron capaces de unirse para crear arte. Un disco que sigue sonando fresco y actual, y que nos invita a disfrutar de la música y del amor.