Black Sabbath: Vol. 4, el álbum que marcó un antes y un después en la historia del metal
Un día como hoy en septiembre de 1972, Black Sabbath lanzó su cuarto álbum de estudio, Vol. 4, una obra maestra del heavy metal que consolidó el sonido y la personalidad de la banda británica. Con canciones como "Supernaut", "Snowblind" o "Changes", el disco mostró una faceta más experimental y diversa de los cuatro músicos, que se atrevieron a explorar nuevos territorios musicales sin perder su esencia oscura y poderosa.
Vol. 4 fue el primer álbum que Black Sabbath produjo por su cuenta, sin la ayuda de Rodger Bain, que había trabajado con ellos en sus tres primeros discos. La banda se trasladó a Los Ángeles para grabar en los estudios Record Plant, donde contaron con la colaboración del ingeniero Patrick Meehan. Allí, se sumergieron en un ambiente de fiesta y excesos, que se reflejó tanto en las letras como en el sonido del álbum.
El disco abre con "Wheels of Confusion", una canción que resume la filosofía de Black Sabbath: riffs pesados, cambios de ritmo, solos virtuosos y una voz desgarrada que canta sobre la alienación y la confusión. Le sigue "Tomorrow's Dream", un tema más corto y directo, con un estribillo pegadizo y una base rítmica sólida. La tercera pista es "Changes", una balada al piano que sorprendió a los fans por su delicadeza y emotividad. En ella, Ozzy Osbourne se lamenta por la ruptura con su novia, acompañado por el mellotrón de Tony Iommi.
La cara A del disco se cierra con dos de las canciones más emblemáticas de Vol. 4: "Supernaut" y "Snowblind". La primera es una explosión de energía y creatividad, con un riff demoledor, una batería frenética y una sección instrumental que incluye un solo de sintetizador y unos efectos de flanger. La segunda es una oda a la cocaína, la droga que consumía la banda en grandes cantidades durante la grabación. La canción tiene un ritmo hipnótico, una melodía pegadiza y unas letras que reflejan el placer y el dolor de la adicción.
La cara B del disco empieza con "Cornucopia", una canción que combina partes lentas y pesadas con otras más rápidas y agresivas, creando un contraste dinámico. Le sigue "Laguna Sunrise", una pieza instrumental acústica compuesta por Iommi, inspirada por el amanecer en California. La octava pista es "St. Vitus Dance", un tema más ligero y divertido, con un aire de rock and roll clásico. El disco termina con "Under the Sun", una canción que retoma el estilo doom metal de los primeros discos de Black Sabbath, con un riff lento y pesado, una atmósfera sombría y unas letras que hablan sobre la libertad individual y el rechazo a las religiones.
Vol. 4 es un disco que demuestra la madurez y la versatilidad de Black Sabbath, capaces de crear canciones memorables con diferentes estilos e influencias. El disco fue un éxito comercial, y se convirtió en uno de los más influyentes del género metal. Hoy en día, sigue siendo una referencia obligada para cualquier fan del rock duro.
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