T. Rex: el álbum que marcó un antes y un después en el glam rock
El año era 1970 y el mundo del rock estaba en plena efervescencia. Los Beatles se habían separado, Led Zeppelin dominaba las listas de éxitos y el movimiento hippie empezaba a dar paso a nuevas corrientes musicales. En ese contexto, un grupo británico llamado Tyrannosaurus Rex decidió cambiar radicalmente su sonido y su imagen, adoptando el nombre más corto y contundente de T. Rex.
El resultado fue un disco homónimo que marcó el inicio de una nueva era en el rock: la del glam. Con canciones pegadizas, guitarras eléctricas y una estética andrógina y extravagante, T. Rex sedujo a millones de fans y se convirtió en uno de los referentes del género. El álbum T. Rex es una obra maestra que combina elementos del folk, el blues, el pop y el rock psicodélico, creando un estilo único e innovador.
El disco se inicia con "The Children of Rarn", una breve introducción instrumental que anticipa el ambiente mágico y misterioso que impregna todo el trabajo. A continuación, llega "Jewel", una canción que muestra la evolución vocal de Marc Bolan, el líder y compositor del grupo, que pasa de un registro agudo y delicado a uno más grave y potente. "Jewel" es también un ejemplo de la habilidad de Bolan para crear letras poéticas y surrealistas, llenas de imágenes fantásticas y referencias mitológicas.
El tercer tema es "The Visit", una balada acústica que contrasta con la energía de las canciones anteriores. Bolan canta con ternura sobre un encuentro amoroso, acompañado por la guitarra y la flauta de Steve Peregrin Took, el otro miembro de T. Rex. La química entre ambos músicos es evidente y se refleja en la armonía de sus voces.
La siguiente canción es "Childe", una pieza instrumental que sirve de transición hacia el lado más eléctrico y rockero del disco. Con un ritmo frenético y una melodía hipnótica, "Childe" prepara el terreno para "The Time of Love Is Now", una oda al carpe diem que invita a vivir el presente y disfrutar del amor. Bolan demuestra su talento como guitarrista, tocando riffs pegadizos y solos virtuosos.
La sexta pista es "Diamond Meadows", una canción que recupera el espíritu folk de los primeros discos de Tyrannosaurus Rex, pero con un toque más sofisticado y moderno. Bolan canta con nostalgia sobre un lugar idílico donde reinan la paz y la belleza, mientras Took toca la batería con delicadeza.
El séptimo tema es "Root of Star", una canción que mezcla influencias del blues y del rock psicodélico, creando un sonido envolvente y oscuro. Bolan canta con pasión sobre su búsqueda espiritual, usando metáforas astrales y cósmicas. La canción termina con un crescendo que desemboca en "Beltane Walk", el primer single del disco y uno de los temas más representativos del glam rock.
"Beltane Walk" es una canción irresistible, con un ritmo contagioso, una guitarra eléctrica vibrante y un estribillo pegadizo. Bolan canta con confianza y seducción sobre una fiesta pagana donde se celebra el amor y la fertilidad. La canción es un himno al hedonismo y a la libertad, que refleja el espíritu de la época.
La novena pista es "Is It Love?", una canción que vuelve al tono acústico y romántico del disco. Bolan canta con dulzura sobre sus dudas amorosas, preguntándose si lo que siente es verdadero o no. La canción tiene un aire melancólico y tierno, que contrasta con la alegría de la anterior.
La décima canción es "One Inch Rock", otro single del disco y otra joya del glam rock. Con un ritmo trepidante, una guitarra eléctrica afilada y un estribillo irresistible, "One Inch Rock" es una canción que habla sobre el amor juvenil, con un toque de humor e ironía. Bolan canta con picardía sobre una chica que lo tiene loco, usando juegos de palabras y dobles sentidos.
La undécima pista es "Summer Deep", una canción que recuerda al sonido de los Beatles, con una melodía pop y una instrumentación sencilla pero efectiva. Bolan canta con optimismo sobre el verano, el sol y el mar, transmitiendo una sensación de felicidad y plenitud.
La duodécima canción es "Seagull Woman", una canción que vuelve al estilo folk de los primeros discos de Tyrannosaurus Rex, pero con un toque más maduro y elaborado. Bolan canta con delicadeza sobre una mujer que lo hechiza con su belleza y su misterio, mientras Took toca la flauta con maestría.
La decimotercera pista es "Suneye", una canción que cierra el disco con un tono épico y triunfal. Con una guitarra eléctrica potente y una batería contundente, "Suneye" es una canción que celebra la vida y la música, con un estribillo que invita a cantar y a bailar. Bolan canta con entusiasmo sobre su visión del mundo, usando imágenes solares y luminosas.
El disco se cierra con "The Wizard", una breve canción oculta que solo se puede escuchar si se deja correr el vinilo hasta el final. Es una canción acústica y minimalista, donde Bolan canta con voz susurrante sobre un mago que le enseña los secretos del universo. Es una canción que resume la esencia de T. Rex: un grupo que combinó la magia y la realidad, creando un rock único e inolvidable.