The Natch'l Blues: el blues más auténtico de Taj Mahal
El legendario músico de blues Taj Mahal lanzó en 1968 su segundo álbum, The Natch'l Blues, una obra maestra que fusiona el blues tradicional con influencias de otros géneros como el folk, el rock y el soul. El resultado es un disco vibrante, auténtico y lleno de personalidad, que demuestra el talento y la versatilidad de Taj Mahal como cantante, guitarrista y compositor.
El álbum se inicia con "Good Morning Miss Brown", una canción alegre y optimista que invita a levantarse y disfrutar del día. La voz de Taj Mahal es cálida y expresiva, acompañada por una guitarra acústica, un piano y una armónica. El ritmo es contagioso y la letra es sencilla pero efectiva: "Good morning Miss Brown / I come to you this morning / With a whole lot of love / And a whole lot of feeling".
El siguiente tema es "Corinna", una balada melancólica que habla de una mujer que se ha ido y que el narrador extraña profundamente. La canción tiene un aire de folk, con una guitarra acústica de doce cuerdas y un banjo que crean una atmósfera íntima y nostálgica. La voz de Taj Mahal es suave y emotiva, transmitiendo el dolor y la soledad del protagonista: "Corinna, Corinna / Where you been so long / Corinna, Corinna / Where you been so long / I've been worried about you baby / Baby please come home".
El tercer corte es "I Ain't Gonna Let Nobody Steal My Jellyroll", un tema divertido y enérgico que muestra el lado más rockero de Taj Mahal. La canción tiene un ritmo frenético y un riff pegadizo, con una guitarra eléctrica, un bajo y una batería que impulsan la melodía. La voz de Taj Mahal es potente y desafiante, defendiendo su derecho a disfrutar de la vida y del amor: "I ain't gonna let nobody steal my jellyroll / I ain't gonna let nobody steal my jellyroll / I work hard for my money and I want it all to myself".
El cuarto tema es "Going Up to the Country, Paint My Mailbox Blue", una canción que mezcla el blues con el country, con una guitarra slide, un violín y una mandolina que le dan un toque rural y campestre. La canción es una declaración de independencia y libertad, en la que el narrador expresa su deseo de escapar de la ciudad y vivir en el campo: "I'm going up the country / And paint my mailbox blue / I'm going up the country / And paint my mailbox blue / Put some flowers on it baby / And show the world I love you".
El quinto corte es "She Caught the Katy and Left Me a Mule to Ride", una canción que se basa en un clásico del blues de Big Bill Broonzy, pero que Taj Mahal adapta a su estilo personal. La canción tiene un ritmo trepidante y un groove irresistible, con una guitarra eléctrica, un bajo, una batería y una sección de vientos que le dan un aire de soul. La voz de Taj Mahal es áspera y sarcástica, contando la historia de cómo su mujer lo abandonó por otro hombre: "She caught the Katy / And left me a mule to ride / She caught the Katy / And left me a mule to ride / Well my baby caught the Katy / Left me a mule to ride / The train pulled out / I swung on behind".
El sexto tema es "The Cuckoo", una canción tradicional que Taj Mahal interpreta con maestría. La canción tiene un sonido acústico y minimalista, con solo una guitarra slide y una armónica que acompañan la voz de Taj Mahal. La canción es una reflexión sobre el paso del tiempo y la muerte, con imágenes poéticas inspiradas en la naturaleza: "The cuckoo is a pretty bird / She warbles as she flies / She never says cuckoo / Till the fourth day of July".
El séptimo y último tema es "You Don't Miss Your Water ('Til Your Well Runs Dry)", una canción escrita por William Bell que Taj Mahal versiona con elegancia y sentimiento. La canción es una balada soul, con un piano, un órgano, un bajo y una batería que crean una base suave y envolvente. La voz de Taj Mahal es dulce y arrepentida, lamentando haber perdido a su amor por no valorarlo: "You don't miss your water / Till your well runs dry / You don't miss your water / Till your well runs dry / I never missed my baby / Till she said goodbye".
The Natch'l Blues es un disco imprescindible para los amantes del blues y de la buena música en general. Taj Mahal demuestra su talento y su personalidad, creando un sonido único y original que fusiona el blues con otros géneros. El disco es una joya que brilla con luz propia, y que merece ser escuchado y disfrutado.
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