Dylan: el álbum que marcó un antes y un después en la carrera de Bob Dylan
En 1973, Bob Dylan sorprendió al mundo con el lanzamiento de Dylan, un álbum que recopilaba versiones de canciones populares y que fue duramente criticado por la prensa y los fans. ¿Qué motivó a Dylan a grabar este disco? ¿Qué significado tiene en su trayectoria artística? ¿Qué valor se le puede dar hoy en día a esta obra tan polémica?
Dylan fue el resultado de una disputa contractual entre el cantautor y su antigua discográfica, Columbia Records, que quería retenerlo como artista exclusivo. Dylan, que ya había firmado con Asylum Records, accedió a entregarles un último álbum, pero sin su consentimiento ni supervisión. Así, Columbia recurrió a las grabaciones descartadas de las sesiones de Self Portrait y New Morning, dos álbumes que habían salido en 1970 y que mostraban una faceta más íntima y personal de Dylan.
El resultado fue un disco de diez canciones, ninguna de ellas compuesta por Dylan, que abarcaban desde el folk al country, pasando por el blues y el gospel. Algunas eran clásicos del cancionero americano, como "Lily of the West" o "Can't Help Falling in Love", otras eran versiones de artistas contemporáneos, como "Big Yellow Taxi" de Joni Mitchell o "Mr. Bojangles" de Jerry Jeff Walker. Todas ellas interpretadas con una voz rasgada y melancólica, que reflejaba el desencanto y la soledad de Dylan en aquel momento.
Dylan fue recibido con una lluvia de críticas negativas, que lo tacharon de mediocre, aburrido e irrelevante. Muchos lo consideraron una burla de Dylan a su antigua discográfica, una forma de sabotear su propio legado y de alejarse definitivamente de su público. El propio Dylan renegó del disco y lo calificó como "un error".
Sin embargo, con el paso del tiempo, Dylan ha sido reivindicado por algunos críticos y admiradores, que le han encontrado un valor artístico y emocional. Algunos lo ven como una obra maestra oculta, una joya rara y única en la discografía de Dylan. Otros lo consideran un testimonio sincero y valiente de su crisis existencial y creativa, un reflejo de su búsqueda de identidad y sentido. Y otros lo aprecian simplemente como un disco de versiones hecho con gusto y sensibilidad, que demuestra la versatilidad y el talento de Dylan como intérprete.
Sea como sea, Dylan es un álbum que no deja indiferente a nadie, que invita a escucharlo con atención y respeto, y que forma parte de la historia de uno de los artistas más influyentes y geniales de todos los tiempos.
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